El aumento de la miopía infantil está estrechamente relacionado con nuestros nuevos hábitos: más tiempo en interiores, uso intensivo de pantallas y menos horas de juego al aire libre. Cada vez más familias consultan preocupadas porque sus hijos necesitan gafas a edades cada vez más tempranas.
La buena noticia es que hoy existen tratamientos eficaces y seguros para controlar la progresión de la miopía. En este artículo te explico por qué aparece, cómo se puede frenar y cuándo conviene acudir al optometrista.
¿Por qué aumenta la miopía en los niños?
La miopía no es solo “ver mal de lejos”. Cuando un niño se vuelve miope a edades tempranas, su ojo tiende a seguir creciendo en longitud, lo que aumenta el riesgo de futuras complicaciones visuales en la edad adulta. Un ojo alto miope multiplica las probabilidades de tener algunas patologías en el futuro por este crecimiento excesivo.

Entre los factores más comunes encontramos:
- Exceso de tareas de cerca (pantallas, lectura prolongada)
- Poca exposición a la luz natural
- Antecedentes familiares de miopía
El objetivo del control de miopía infantil es frenar o ralentizar la progresión de la miopía, no solo corregir la visión borrosa con gafas.
Tratamientos eficaces para el control de la miopía infantil
Actualmente disponemos de distintas opciones avaladas por la evidencia científica que ayudan a controlar el avance de la miopía.
En mi consulta de optometría en Huesca, evaluamos cada caso para recomendar la opción más adecuada según la edad, la graduación y el estilo de vida del niño.
1. Lentes oftálmicas de control de miopía
Estas gafas utilizan diseños ópticos especiales que modifican cómo la luz incide sobre la retina, reduciendo el estímulo que provoca el crecimiento del ojo. Son una excelente opción para los más pequeños.
2. Ortoqueratología (Orto-K)
Las lentes Orto-K se colocan por la noche y moldean suavemente la córnea mientras el niño duerme.
Durante el día ve perfectamente sin gafas ni lentillas, y además, ayudan a frenar la progresión de la miopía.
Es un tratamiento seguro, reversible y especialmente valorado por familias activas o deportistas.
3. Lentes de contacto blandas de control de miopía
Estas lentes están diseñadas para modificar el enfoque periférico y controlar el crecimiento ocular.
Son cómodas, seguras y una buena alternativa para niños que ya manejan con responsabilidad sus lentillas.
4. Hábitos visuales saludables
El estilo de vida también influye en el desarrollo visual.
Algunas recomendaciones clave son:
- Aumentar el tiempo que pasamos cada día al aire libre
- Realizar descansos visuales cada 20-30 minutos
- Mantener una distancia adecuada al leer o usar pantallas
- Priorizar el ocio más allá de las pantallas → te dejo estos post de mi Instagram dónde tienes juegos alternativos a las pantallas que además estimulan la visión de los más pequeños. PARTE 1 Y PARTE 2.
¿Cuándo acudir al optometrista?
Cualquier niño que necesite gafas para ver de lejos debería revisar su miopía al menos una vez al año.
Cuanto antes se empiece el control, mayores serán las posibilidades de frenar su avance.
Los optometristas te podemos ayudar con estudios completos de visión infantil y control de miopía, incluyendo topografía corneal, medidas axiales y adaptación personalizada de lentes Orto-K o lentes blandas específicas.
En resumen
La miopía infantil no tiene por qué avanzar sin control.
Con una buena prevención, revisiones periódicas y tratamientos personalizados, podemos ayudar a que los niños mantengan una visión sana y estable a largo plazo. Si te preocupa la miopía de tu hijo o has notado que su graduación cambia con frecuencia, puedes escribirme o pedirme orientación sin compromiso.
Estaré encantada de ayudarte a valorar la mejor opción para su caso.
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